domingo, 13 de julio de 2008

La noche Chinchana

Amigos... existe noche en Chincha!!! Por primera vez, este fin de semana he vuelto a salir de marcha. Al fin, además de Javier Mercado y Melchorita, tengo nuevos amigos. Son mis vecinos de viñas del Sur. Va a resultar que al final Viñas es una especie de Melrose Place con espíritu latino. Ja!!! Mis vecinos son peruanos, colombianos y mejicanos, y están trabajando todos como consultores en la empresa Textil el Valle.

El primer día invité a Erika, a Ricardo (su novio) y a Manolo a tomar un delicioso ron a mi casa. (Siempre es bueno estar preparado...!). Erika es la única chica del grupo, mejicana y encantadora. Pero la pena es que me ha durado poco su amistad porque mañana se vuelve a Méjico después de estar en Chincha casi cuatro meses. Qué mala suerte!

Así que el viernes fuimos a la despedida de Erika y Ricardo, y conocí a un montón de gente nueva, y la noche Chinchana sorprendió!!! Realmente fue muy divertido.

El garito en cuestión se llama Mezcal y tenía bastante ambiente! (Quién lo iba a decir...). Decorado con un aire surfero tropical y lleno de gente bailando salsa, merengue, cumbia y reggeaton (se escribe así?).

Eso es lo que peor llevo, la música me parece toda igual, igual de desconocida claro! Y lo peor es que siempre hay que bailar en pareja y nosotras que más bien somos de ella baila sola...pues lo paso fatal!!! En la foto, antes de salir Manolo se empeñó en enseñarme a bailar el ballenato -creo- y la verdad que soy una pésima alumna...

Una fotito con un arequipeño del grupo.

Posando con Gian Carlo.








Fin de la noche. Me despedí de Erika, pero ahora que ya somos amigas, quién sabe...tal vez algún día nos encontremos en otro rincón del mundo!













(Erika, si me estás leyendo te mando mil besos y muuuucha suerte! CIAOOO)

miércoles, 9 de julio de 2008

Tambo de Mora

Ayer fui a la Municipalidad de Chincha baja, que es el ayuntamiento al que pertenece San Matías, para conocer al Alcalde del Distrito, el Señor Don Emilio del Solar Salazar, a quien presenté mis respetos y agradecí su colaboración con nuestro proyecto por el préstamo de las máquinas para la carga y transporte de la tierra.


Después aproveché para dar un paseo por Tambo de Mora, que es un pueblo de pescadores junto al mar. Este pueblo -como tantos otros de por aquí- sufrió aún peores efectos a causa del terremoto, ya que al estar en primera línea de mar, tras el sismo vino un maretazo (una especie ded tsunami) y las aguas violentas del mar embravecido acabaron de destruir lo que aún se mantenía en pie. Estas son imágenes del pueblo en la actualidad.

Todos los pueblos de esta zona tienen estos crucifijos tan típicos, como os comentaba sobre el propio San Matías, con los graciosos recortables que interpretan los pasajes de la Biblia que les dan ese aire tan infantil.

Después di un paseo por el muelle de los pescadores. El pacífico en esta zona del Perú me parece un océano triste y melancólico. A menudo el cielo, que permanece siempre encapotado y plomizo, se confunde con las aguas grises y tranquilas.

En esta costa abundan las gaviotas, los pelícanos y cormoranes. Es territorio de infinitas aves marinas que, igual que los pescadores desde el muelle, permanecen atentas al abundante pescado. Me gusta pararme a ver los vuelos rasos y silenciosos de los pelícanos (nunca antes los había visto en libertad) que suelen ir seguidos de rápidas zambullidas para obtener su festín.


Un pescador local, desde el muelle permanece atento a sus redes.















El bueno de Javier Mercado, compañero fiel de mis experiencias chinchanas, disfrutó mucho enseñándome el muelle, que es donde él lleva a pescar a sus hijos.




Como ya sabéis, a menudo encuentro belleza en las fábricas y las industrias, precisamente por la fealdad intrínseca que conllevan. Sé que puede sonar contradictorio, (y tal vez pensaréis que estoy loca!), pero creo que esta fea fábrica de harina de pescado al pie del mar entristecido está en perfecta armonía con su entorno.

jueves, 3 de julio de 2008

Un domingo en Chincha

El domingo pasado salí a pasear por Chincha. Mis compañeros de paseo fueron mi nueva amiga Sandra, y sus dos hijitos. Sandra trabaja en Viñas del Sur, que es donde yo vivo, y nos hicimos amigas durante mi enfermedad, porque durante todo ese tiempo que me pasé en la cama con tanta fiebre, y después cuando casi no podía comer, ella me acompañó todo el tiempo, me llevó al Hospital, me hizo arroz blanco, y agua de anís... y gracias a ella pude recuperarme pronto!
Tiene gracia, ella piensa que enfermé por que ese dia me tomé una cerveza y picoteé unos panchitos de aperitivo, dice que la cerveza con maní (cacahuete) te produce esa reacción... Eso me parece a mi una graciosa superstición.

El caso es que el domingo pasé a buscar a Sandra por su casa en Santa Rosa, que también fue destruida por el terremoto y ahora vive en una chabolita con sus dos hijos: Nadiuska (se llama así por la protagonista de una telenovela que le gustó) y el pequeño Ronaldo (que le debe el nombre a la afición al futbol de su padre), mientras su esposo trata de ganar algo de plata trabajando en Panamá; y nos fuimos los cuatro a dar una vuelta por el mercado de Chincha. Sandra, Ronaldo y Nadiuska, el pasado domingo conmigo en Chincha.

Después fuimos a la Plaza de Armas donde había un evento de concursos y diversión para los niños organizado por Unicef. Allí nos hicimos algunas fotos, la gente se queda muy extrañada cuando me ve haciendo fotos, porque la verdad que aún no he visto a un solo turista por aquí.
Unos niños encantadores. Nadiuska quiere ser informática y le he ofrecido que venga a mi casa los sábados y así puedo enseñarle cosas con el ordenador...estaba emocionada con la idea! Y el pequeño me preguntó si tenía DVD porque se muere por ver una película de los Power Rangers (de esas del "top manta") que le han regalado. Así que este sábado pasaré con ellos un rato.
La mayor atracción que hay en la Plaza para los inexistentes turistas es esta graciosa Alpaca con los trajes típicos peruanos para que la gente pueda fotografiarla. (Estuve allí mucho rato y obviamente yo fui la única que lo hizo!). Lo que más me gustó fue ver a los dueños de la Alpaca, que se pasan las horas allí, sentados, charlando a la vez que vigilan que nadie se lleva a su muñeco...Lo gracioso es que tampoco pedían propina, así que no es un medio de ganar dinero, supongo que simplemente se sentirán orgullosos de que la gente vea a su decorado animal de juguete.
Chincha tiene muchas caras, pero en general se puede decir que es una ciudad más bien fea, medio derruida y bastante caótica. Suele estar atiborrada de gente por las aceras que venden o alquilan de todo en cualquier esquina, y las calzadas van llenas de pequeños cochecillos y coloridas mototaxis que hacen que resulte difícil caminar, y además tanto tráfico (en su inmensa mayoría transporte "público", ya que coches particulares se ven muy pocos) llena el ambiente de un olor a combustible y a humo de coche que es bastante desagradable. Sin embargo, en medio de todo eso, tiene algo que seduce, algo que hace que te apetezca recorrerla y seguir descubriendo cada vez una nueva cara de la ciudad.













En medio de este abrumador desorden le encuentro cierto gusto a perderme por ahí para seguir explorando nuevas zonas para ver hasta dónde puede llegar el caos, la variedad, lo singular.

El vendedor de mandarinas que coloca su puesto en mitad del intenso tráfico


Y luego tiene otra cara que es la que se aleja un poco de la Plaza de armas, una Chincha desfigurada, apenas trazada, sin viales, sin aceras, sin edificios siquiera, sólo algunas tapias de adobe y pequeñas construcciones de materiales pobres. En el medio, los polvorientos caminos que siempre, y digo siempre, amontonan escombros a sus lados . Esa es la huella del terremoto, que ahora sigue tan presente en cualquier lugar.

miércoles, 2 de julio de 2008

Impresiones de San Matías

Últimamente paso bastante tiempo en San Matías, para controlar los trabajos de las obras en ejecución, y entre tanto me gusta pasear por el Centro Poblado y fijar la mirada en distintos rincones. Es un pueblito muy pequeño, sólo 38 familias, de las cuales yo de momento estoy familiarizándome con cuatro. Qué buena palabra: familiarizándome, eso es justo lo que estoy haciendo, integrándome poquito a poco en sus familias y tratando de que dentro de poco me vean como a uno más...
Y es que en realidad todavía hay mucha gente recelosa y noto que mi presencia levanta cierta curiosidad y cautela a la vez. Por ejemplo los niños, se agrupan y pasan al rededor mío, pero siempre manteniendo las distancias, y de momento no me responden al saludo. Eso si me miran muy fijamente con sus ojos negros abiertos como platos.

Esta es la capilla provisional que han construido dado que después del terremoto se destruyó la iglesita completamente salvándose únicamente el altar y sus santos. Sin embargo aquí ahora no tienen culto, porque la verdad el Padre Lorenzo anda desbordado y ha centralizado las misas en sólo unos cuantos centros poblados de mayor número de habitantes.


El crucifijo de la placita, que como si lo huebiera hecho un niño pequeño, lo llenan siempre de dibujitos y recortables de colores que simbolizan ditintos pasajes de la Biblia.

En San Matías hay un prado verde que es un regalo para ellos. Allí los niños juegan, las cabras pastan y los ojos descansan viendo el frescor de la hierba en lugar del polvo de los escombros. A este prado es donde debe correr todo el mundo si hay un nuevo temblor...
El resto de San Matías se compone de un montón de chamizos, pequeñas casas destartaladas construidas de esteras de paja y plásticos que contruyeron ellos mimos después del terremoto.
Algunos tuvieron suerte y les donaron unos módulos de madera provisionales. Antes era un pueblecito con 38 casitas de adobe, con parcelas divididas por peqeños muros que delimitaban los jardincitos donde criaban a sus animales de granja. Hoy los pavos y los pollos habitan por doquier, donde pueden. Lo mismo que hace el resto de la gente.
Distintas vistas de San Matías.





Tengo el gusto de presentaros a la mamá de Melchorita, la más anciana del centro poblado, a la que estamos construyendo la casa, la primera!
Ella está convaleciente de una operación de cáncer de pecho y dice que pasa mucho frío, pero no pierde la sonrisa.
Es adorable.


Y ésta es la Señora Josefina, todas las mañanas se sienta junto a la mamá de Melchorita a pelar yucas mientras charlan sobre las cosas que tiene la vida... Su casa será la 4ª en construirse.

Hace un par de días fue el cumpleños de Javier, el albañil del sombrerito, que como había tenido cólera con su joven esposa se quedó a trabajar hasta la noche en las obras y no quería festejar, cuando me lo dijo, le pedí a Melchorita que abriera unas chelitas (cervezas) que yo invitaba a la celebración...

Y éste ha sido mi primer festejo! nos sentamos todos en corro a tomar chelas y a aconsejarle a Javier cómo podía arreglar sus problemas con su esposa. Javier cumplía 22 años. Su papá se murió de chico y su mamá lo dejó en Chincha cuando tenía 14 años porque se fue a Lima con un querido. Aquí se quedó el bueno de Javier, sin casa, sin plata, sin familia. Desde entonces ha trabajado en la chacra, y en panificación (fue panadero). Ahora es albañil y su sueño es ser maquinista y conducir grandes máquinas excavadoras. Es un gran chico. Ah, y tiene una hijita de 8 meses por quien lo daría todo.

El siguiente evento importante en mi nueva vida social (discoteca? qué era eso? salir de tapas? cenar con amigos en un buen restaurante?quedar en casa de alguno de vosotros a ver un partido?...qué lejos quedaron esos ratos!!!) ... como digo mi siguiente evento ha sido el almuerzo de hoy. Melchorita ha matado al mejor de sus conejos, y me ha cocinado con especial dedicación un delicioso plato de carapulcra que estaba para chuparse los dedos!!! Es el plato regional más típico chinchano.
Un guiso de conejo con papas, maní y ají, acompañado por fideos a la albahaca y yucas cocidas... Algo picantón pero delicioso. He devorado, (confeso que DOS platos como el que véis en la foto!!!) y he dejado de lado las preocupaciones de si me podía sentar mal... Porque he pensado que si estoy aquí es porque quiero llevarme de vuelta a casa todo lo que pueda! Que lo aquí vivido dura para siempre...hasta un plato de carapulcra guisado con cariño para mí en una pequeña chabolita...!








Además de Melchorita, nos han acompañado Maria Luisa y Emilio, sus sobrinos pequeños, que se ríen mucho conmigo cuando ven que no entiendo muchas palabras peruanas! Ha sido un gran día.

martes, 1 de julio de 2008

Operación tierra en Hoja Redonda

...Andaba yo dándole vueltas a la idea de cómo podíamos hacer para conseguir tierra gratis, aprovechando que la Municipalidad de Chincha Baja muy amablemente ha puesto a nuestra disposición una pala cargadora y un camion para transporte de materiales, (sólo cuando la máquina estuviera libre, claro, que dadas las circunstancias suele ser casi nunca), y poder constribuir asi un poco en la reconstrucción de San Matías.

Un poco por azar, un poco por destino, aparecí en la hacienda de Agrícola Hoja Redonda, donde se procesa la palta y la mandarina en cantidades industriales, y la suerte nos volvió a sonreir una vez más. Allí tienen toneladas de tierra de primera calidad para la fabricacion de adobes que el Ingeniero Magín Solé puso inmediatamente a nuestra disposición movido también por este espíritu contagioso de apoyar en la reconstrucción de San Matías. No contento con darnos tan tremenda buena noticia, se ofreció personalmente para hacernos un tour a Javier y a mí, para conocer cómo es el proceso de recogida y preparación de la palta... Maravilloso!
Son imágenes del interior de la planta de procesamiento. Personalmente, siempre encuentro mucha belleza en los artilugios industriales y en las cadenas de produccion. Las series repetidas de la misma cosa una y otra vez hacen que te quedes ensimismado mirando, como esperando que algo falle, que se produzca algo singular, pero lo bonito es ver que no sucede tal cosa: Es la repetición por excelencia.










El resultado final son unos preciosos y relucientes aguacates que se disponen a surcar los mares para llegar pronto a Europa, (y a España en particular) para que así podáis disfrutarlos vosotros también.










Viñas de Oro: la bodega de pisco.
Por si fuera poco, dentro de la hacienda se encuentra ubicada una de las bodegas de pisco más conocidas de la región, y por gentileza del Señor Magín, también hubo tour.

En este caso, fue el experto bodeguero (en la imagen posa conmigo) quien nos llevó personalmente por las instalaciones y nos explicó todo el proceso de obtención del pisco a partir de la uva.
El principio del proceso es similar al del vino, el prensado de la uva, la extracción del jugo, el almacenaje en tanques (en este caso de acero inoxidable como véis en la imagen) hasta la fermentación 12 días después, y luego viene la novedad: la destilación.

Alambiques destilando pisco. Esas trompas de cobre de trazado sinuoso evocan sin querer a la cultura árabe. Sin embargo la técnica la introdujeron en Perú los primeros colonizadores.


¿podéis olerlo? el líquido se evapora por el calor, inunda la sala de un aroma delicioso, y en el serpentín vuelve a condensarse y ese líquido que vuelve a nacer es el pisco.



Si os paráis a pensarlo, imaginaros, el pisco que finalmente se embotella ha sido sólido primero, gas, y líquido dos veces... Increíble!
Finalmente también hubo cata. Hasta siete piscos distintos probamos! El primer golpe fue muy duro, con el primer sorbo me entró una tos ahogada que creo ofendió un poco al bodeguero especialista, pero luego, a base de oler mucho y probar poco fui degustando cada uno de los piscos.
He estado pensando sobre la botella de pisco que me he comprado, un Mosto Verde Quebranta, fuerte y aromático, tal vez si lo acompaño con unas tejas (dulce de chocolate relleno típico de por aquí) puede que la combinación resulte deliciosa...

Que porqué os cuento esto?... No olvidéis el motivo que me trajo aquí: la operación tierra gratis, verdad?! pues bien, un par de llamadas realizadas esa misma tarde para gestionar las máquinas, y a las 7am de esta mañana ya estábamos allí listos para cargar!!!

El montón de tierra que más feliz me ha hecho nunca se alzaba a mis pies. En lo alto, el equipo de la Municipalidad coordinando los trabajos de extracción.




La pala cargadora asciende para ir empujando la tierra, que son nuestros adobes en potencia.







Realizando los trabajos.
Y ahí llega nuestra tierra! junto al recién estrenado tendel de adobes, -recordad al Señor Oré y su familia- el camión hará hasta 10 viajes para proveernos de tierra para la gran producción de adobes que esperamos obtener.
Fin de la misión.
Objetivo tierra gratis en Hoja Redonda cumplido.
Un menor gasto implica que será más la gente a la que podremos ayudar...!