viernes, 27 de junio de 2008

Un acontecimiento memorable

Amigos, hoy es un gran día. He llevado a cabo la contratación más importante de mi vida: he contratado a 4 adoberos para la fabricación de 50.000 adobes para San Matías., con los que se podrán levantar ocho casas más (a parte de la que ya estamos terminando). Quién decía que el Perú iba a otro ritmo??? que la Fundación haya contratado (y digo contratado, sí, por escrito!!!) al señor Oré y sus tres hijos, todos adoberos de profesión, es como si el R.Madrid fichara a Cristiano Ronaldo y a tres de sus clones para la siguiente temporada. Madre mía!!!Esto sí que es un dream team, no sé si os podéis hacer una idea de lo difícil que es conseguir trabajo, compromiso, y constancia en la fabricación de los adobes, y tengo el presentimiento de que hemos cantado BINGO. Tengo mucha fé en ellos. Eso se sabe al primer vistazo, y yo lo he sentido así esta mañana, cuando de pronto han hecho la mezcla, han preparado un barro exquisito y en un abrir y cerrar de ojos han colocado 300 adobes a los pies de la Capilla. Tal vez sea una señal... El dream team
La mejor ofrenda que podían dejar al pie de la pequeña Capilla ha sido ésta. No os imagináis cómo me ha alegrado el día, y lo que queda!

Y los encontré ayer, casi por casualidad, mientras buscaba de chacra en chacra preguntando de uno a otro si sabían de alguien que quisiera trabajar haciendo adobes... "Disculpe un favorcito, el señor Oré?" pregunté a uno que pasaba por un camino después de haber oído que alguien mencionó que él sabía y el chico me dijo "sí, es mi papá".


Así que para celebrarlo me he ido a almorzar con Javier Mercado a Chincha (aprovechando que teníamos que ir a encargar fabricar más gaveras -o moldes- de madera) y he devorado un lomo saltado al cognac de primera calidad! (...eso espero, porque sólo la idea de ponerme igual de enferma del estómago...)

Después de comer nos fuimos apresuradamente a una maderera para fabricar una nueva gavera, dado que nuestra producción de adobes supera con creces el volumen esperado. Qué bien olía allí dentor! a resina fresca y madera recién cortada. Muy bonito lugar, la verdad.

Y a Javier le tocó hacer trabajos forzados, porque tuvimos que hacer nosotros un viaje para cargar la pick up de paja para mezclar con los adobes (eso ya es el máximo de la perfección, aquí dicen que casi nadie usa paja y en realidad el adobe deberia hacerse con paja en una proporción de 1 a 5).