Llegada a Chincha, Llegada a Lima

Antes de llegar a Chincha hicimos una parada en Cañete para ver el prototipo de casa que están haciendo los de la Pontificia Universidad Católica de Perú (en adelante PUCP), con muros de adobe de 40x40x10 y cubierta inclinada a 4 aguas con estructura de caña de azúcar.













Imagen de la vivienda modelo prácticamente terminada

Ñato llevaba su cámara y me hizo mi primera foto en el Perú

Una gran toma de contacto para empezar. Luego fuimos a Viñas del Sur, la casa está increíble!!! me lo imaginaba mucho peor...la verdad que es como un oasis en medio de todo.






Fotos de mi casita Perú-Lounge... Café del Mar.

Una vez dejado el equipaje , que no era poco, fuimos a ver el tendel de adobes de la PUCP en Hoja Redonda: menuda tienen allí montada! Una buena infraestructura: agua, tierra, barro, un par de gaveras y una importante producción de adobes.

Como aquí el gran problema es la inestabilidad de la mano de obra, los de la PUCP han decidido construir una casita de madera para que los adoberos puedan residir allí mientras dure la producción. Una gran idea. Tomaré nota. Además les invitarán a almorzar allí, ya que llevarán también a una cocinera...















Allí mismo tuvo lugar una interesante reunión: el personaje que sale a la derecha de la foto es una alta autoridad eclesiástica en el Perú. Es el Padre Gastón Garatea Yori: Toda una eminencia, que había acudido a la reunión para ver la evolución de los trabajos de la PUCP.













En esta imagen un momento de la reunión, donde podéis ver a mi buen amigo Ñato (cámara al hombro) charlando con el equipo de la Católica.

Y de ahí directos a San Matías. Al fin!!! Me impresionó mucho ver el pueblo, más del 90% delas casas fueron destruidas por el terremoto y todo el pueblo lleva desde entonces viviendo en chabolas... Realmente hay mucho por hacer.



Si tenéis paciencia hasta que se cargue el vídeo, veréis una imagen general de San Matías, y nos escucharéis a Ñato y a mí en una de tantas conversaciones que mantuvimos ese día.

En San matías conocí a Nancy, hermana de La Melchorita, que es la presidenta de la comunidad y portavoz del pueblo. El cargo se lo otorga el ser hija de su madre que es la persona más anciana de San Matías y a la que más respeto se le profesa.

Tal vez os sorprenda que esta peruana de pura cepa sea tan 'negrita' y sí, resulta que estos pueblos de Chincha son lo más parecido al Bronx, este es el origen de la raza afroperuana, y sus habitantes, a los que estamos ayudando, descienden de los esclavos que traían los colonizadores de África para trabajar en sus plantaciones: las chacras principalmente de algodón, maiz y mandarina. Esa es la imagen de los campos de por aquí. Ahora están recogiendo el algodón y las escenas cotidianas para ellos se convierten en verdaderos cuadros que sin saberlo pintan para mí.

Después fuimos al Carmen a conocer al Padre Lorenzo aunque no dimos con él (le conocí yo al día siguiente)...y nos dirigimos a Chincha por primera vez. La ciudad me pareció fascinante, llena de vida, color, olores y grietas, escombros y mucho caos. Nos dimos una vueltecita en moto-taxi (Qué divertido fue!) y llegamos hasta el Banco Continental a ver al Señor Gerente.

Imágenes de Chincha tomadas desde la Plaza de Armas. En una el Ayuntamiento de Chincha. En la otra una huella más del terrmoto de Agosto. En las fotos podéis ver las famosas moto-taxis, en la que monté con Ñato para dar una vuelta. Fue genial. (Sin embargo me han recomendado que NO las coja estando sóla, pueden resultar muy peligrosas, así que hasta que vuelva a tener una visita, simplemente disfrutaré viéndolas pasar y pensaré "qué gracioso, hacen que la ciudad parezca un comic!")

Hechas las presentaciones oportunas por fín llegó la hora del almuerzo, Ñato me invitó a comer en el Batán, famosisimo restaurante del Supergrifo -una magnífica gasolinera de Repsol-, cuyo dueño Manolo, gran amigo de Ñato, posee no sólo el restuarante de mejor calidad de Chincha, sino también la mejor gasolinera, un gimnasio, una botica, y además el señor Campos, contable particular a su servicio, recibió la clara instrucción de darme el mejor cambio posible para cuando quisiera cambiar euros (aquí lo de cambiar en los bancos no se estila... lo suyo es buscar buenos cambistas por aquí y por allá). En fin..., el restaurante me encantó! probé un tacu tacu de camarón (viene a ser una torilla de maíz con frijoles y cangrejo de río) que estaba delicioso!!!

Ya con el estómago lleno fuimos a la Calera, dominio del Señor Estuardo Macías (gran amigo de Ñato) que tiene una finca o hacienda inmeeeensa donde se produce el 30% de los cítricos del país... y la exportación de las mandarinas al extranjero es prácticamente del 100%, a Inglaterra sobre todo. Aquí sólo se queda la fruta malograda. Qué poco sentido tienen a veces las cosas...


El caso es que me quedé muy impresionada con esa extensión infinita de mandarinas y eso que llovía a mares y no se veía muy bien! (me han dicho además que por aquí es bastante poco frecuente ver llover, debió ser una forma de recibirme...). Ah, por supuesto el señor Macías es todo un personaje digno de conocer, dueño de cientos de hectáreas, 1.500personas a su cargo, y que no paró hasta llenarnos el coche con unos cuanto s kilos de mandarinas que desde entonces estoy disfrutando muchisimo...!











Finalmente hice una mini compra todavía con Ñato y me dejó en casita a descansar...ciao, ciao, qué pena!... Realmente el día había sido muy intenso.



Mi llegada a Lima
El avión llegó a Lima con doce horas de retraso, -una suerte que pude quedarme tranquilamente en mi casa, no como muchos de los peruanos que saturaban el avión, y que enlazaban con este vuelo desde todas partes de España, los ánimos algo caldeados...- a las 16.30 hora local, donde me esperaba el taxi que habían mandado desde el hotel siguiendo instrucciones desde Madrid. El trayecto fue muy agradable, aunque la imagen de los suburbios mostraba ya la primera cara de pobreza del país. Sin embargo, el Hotel La Posada del Inca, que pertenece al distrito de San Isidro, es otra cosa. Aquí los edificios son bonitos, cuidados, con zonas verdes y con numerosas construcciones modernas de cierto diseño.

Vista de Lima desde la habitación de mi hotel

A las 18h -tras una breve charla con videoconferecia gratuita con mi familia gracias a Skype (qué sería de mí sin internet...)- me cité con Juan José Cauvi en su despacho, donde me presentó a todo su equipo, y me recibió muy cariñosamente. La idea de Juan José, que para los amigos es Ñato (así que yo a partir de ahora me referiré a él de esta manera) era viajar a Chincha al dia siguiente muy temprano, donde había previsto hacerme las presentaciones oportunas y hacerme más fácil la llegada a mi nuevo hogar, (que de otra manera habría resultado terriblemente duro. Ahora lo sé). Así que nos pusimos en marcha -por cierto La Posada del inca es un hotel muy recomendable para los próximos viajeros acá (como dicen acá)- en su buenísimo todo terreno (no hubiéramos podido hacer la ruta que hicimos sin él) tomando la Panamericana en dirección sur durante 2horas y media. Aprovechamos el trayecto para intercambiar impresiones sobre S.Matías, y sobre el Perú en general, y Ñato con sus palabras, empezó a abrirme los ojos hacia un nuevo mundo. Y es que si "Spain is different" no os imagináis lo "different" que es Perú de todo lo que al menos yo antes había conocido...