Desde principios de julio estoy prácticamente incomunicada, porque ya no tengo conexión a internet, por eso no puedo compartir todos los avances con vosotros a tiempo real, y acudo a los locutorios (lugares fríos, sucios y bulliciosos que trato de evitar en la medida de lo posible) sólo para enviar los informes semanales a la Fundación para que puedan seguir el curso de las obras.
Hoy haré un pausa en mi diario de a bordo (todavía no os he contado el final de mi viaje por la Costa Norte durante las fiestas patrias) pero creo que es más importante que sepáis lo que aquí está sucediendo. Que no es poco.
Veréis... cuando llegué en San Matías, había una casa cuya construcción se había iniciado, pero que se encontraba prácticamente abandonada desde la marcha del último voluntario a mediados de mayo. A parte de esta casa, sólo había 8 familias que se habían 'apuntado al programa de ayuda de la Fundación. Existía un cierto temor a lo desconocido, preocupuación por la construcción de viviendas en adobe (han sufrido tanto que tienen el temor de que las casas que construyamos vuelva a derrumbarse al primer temblor)., y no había mucho espíritu de unión ni de colaboración entre los habitantes para contribuir a la reconstrucción de su pueblo. Digamos que vivían resignados y prácticamente habían aceptado su nueva condición de "sin techo" desde que el terremoto del 15 de agosto del año pasado sacudió violentamente estas tierras, trayendo consigo la destrucción total de todas las casas.
Pues bien, hoy eso es bien diferente y el espíritu de San Matías, que permanecía en estado latente oculto en el interior de los corazones de sus habitantes, y que apenas se percibía en el vacío de las calles desiertas, hoy a salido a la luz, y lo inunda todo, lo contagia todo y a todos, a nadie deja indiferente y llena todo de fuerza, color y ruido. San Matías está vivo y la reconstrucción avanza viento en popa a toda vela.
En el plano del pueblo he reflejado las 9 casas que representan el proyecto en sus orígenes (en color amarillo). Después de mi llegada, hubo nuevas familias que se acercaron a mí para solicitar ayuda a la fundación y se aprobaron 15 casas más (en color salmón). Hoy estamos a punto de aprobar la construcción de otras 12 casas más en una tercera fase (en colores rojizos). De manera que hoy el proyecto pretende abarcar la construcción de 36 casas que salvo por un par de casos aislados representa el pueblo en su totalidad.
De estas casas que conforman el nuevo proyecto, nos encontramos trabajando en 7 de ellas, y 5 más comenzarán la semana próxima. La que se encontraba iniciada a mi llegada, que es la casa de Melchorita, fue inaugurada el sábado pasado en un tremendo evento que os contaré en el próximo capítulo.
Así que además de contratar a una cuadrilla de albañiles para que continuara la obra de la casa de Melchorita, contraté a otras dos cuadrillas para continuar las siguientes dos casas, que son de Don Marcial Peña y Don Humberto Tipían, y que comparten un muro medianero.
Las casas se inician haciendo los cimientos (una base de 60 cm de profundidad) con cemento y piedra, y a continuación se encajona la casa para hacer la sobrebase, también de cemento y ripio, que será el arranque del muro de adobe.
Durante el hormigonado de este sobrecimiento se introduce un trozo de geomalla, que es la clave para estas construcciones en adobe reforzado. Cuando se haya construido el muro, la geomalla con la que se envuelven los adobes se coserá a este trozo que arranca desde los cimientos de manera que el muro trabaje solidario con los cimientos y se comporte mejor ante los sismos.
Y a partir de ahí empiezan a asentarse los adobes, intercalando trozos de rafia (o cuerda plástica) entre las juntas de barro que será los bornes a los que se irá atando la malla durante su colocación para hacer el elvoltorio perfecto.
Los adobes se van apilando en el centro de las habitaciones y se va realizando el asentado de los adobes paulatinamente.
Estas dos casas, al ser dobles, (y además porque el maestro albañil Don Manuel Suica, que habíamos contratado era un poco perezoso), se han demorado más de lo previsto. Hoy el adobe está asentado hasta la altura de la viga collar que estamos colocando desde esta mañana. Por cierto, hemos cambiado de albañil y estas dos casas van a concluirlas los albañiles que acaban de terminar los trabajos en casa de Melchorita.
Tened en cuenta que uno de los principales problemas con los que nos encontramos aquí es con la inestabilidad de la mano de obra, casi todas las semanas he tenido que ir a las casas de los albañiles (sé donde viven todos!) a ver porqué no han ido a trabajar... uno un día está matando al chancho (al cerdo), otro se fue a recoger el algodón porque sacaba más por el jornal, otro me mintió hasta la saciedad y resulta que estaba contratado por otra empresa para construir un muro en la panamericana, etc, etc... Pero seguimos adelante.
Sorteando todo tipo de dificultades y coincidiendo con que la época de recolección de la chacra ya se está pasando (gracias a Dios!), hemos conseguido realizar otras cuatro importantes contrataciones; son tres cuadrillas de albañiles de una misma familia a los que les he adjudicado la construcción de tres nuevas casas, y otra cuadrilla distinta para una casa más.
Así pues, la familia del Maestro Martín ha dado comienzo con éxito y tremenda celeridad a la construcción de las casas de Victorio Chacaltana, de Amado Peña, y de Nancy Vásquez (hermana de Melchorita).
Estas tres casas se levantarán de forma simultánea ya que es un equipo de seis albañiles muy bien cualificados que me han hecho recordar técnicas tan sofisticadas como utilizar una hormigonera (aquí lo llaman trompo) de gasolina...
A veces pienso que fue hace siglos cuando ejecutábamos el muro cortina de vidrio y estructura metálica de Valdedmingómez...
Esta es la casa del bueno de Victorio. Como todos aquí, en cuanto le avisé que empezábamos movió su pequeña chocita a la parcela de al lado para dejar su lote libre para el comienzo de las obras. Estaba tan emocionado!
Ya están listos los cimientos y hoy habían encajonado los sobrecimientos y comenzaban a hormigonar.
La siguiente de estas tres casas en comenzar ha sido la casa de Amado Peña, que no podía creérselo cuando se lo comunicamos hace poco más de una semana... se pasa el día viendo su futura casa y colaborando con los albañiles en todo lo que le piden. Ese es el espíritu que predomina en general: de colaboración, ayuda, y tremenda alegría.
Amado, a la izquierda en la imagen, contempla como el maestro Martín acaba el encajonado de la base (com el terreno está en pendiente ha habido que encofrar una parte de la cimentación).
También aquí van a muy buen ritmo. Esta imagen está tomada esta mañana, donde veis a Walter colocando la malla que debe introducirse antes de terminar de hormigonar el sobrecimiento. La base (en la foto anterior), ya está terminada.
Y después está la casa de Nancy. Esta casa es la que está peor ubicada ya que se encuentra a la derecha de la casa de Melchorita pero donde acaba el acceso del camino, por lo que los materiales no quedan a pie de obra, y hay que estar transportando todo carretilla a carretilla. Para estos trabajos el pueblo ha puesto un peón que pagan entre todos, que permanecerá a disposición de la Fundación para que lo ubiquemos según convenga cada día.
San Matías funciona.
Antes de iniciar el replanteo, Melchorita le explica a Ñato como les gustaría que fuera la casa de su hermana, que tiene aartritis, y nos pedían que los dormitorios quedaran lejos de la acequia para que sienta menos la humedad. Por cierto, el trazado azul que veis en el plano no es un río, sino una acequia o canal para el riego de los campos, que es el agua que utilizan para consumo humano: lavar, cocinar, asearse, etc, ya que no hay más agua en el Centro Poblado que la que de vez en cuando manda la Municipalidad en camiones cisterna, pero que nunca son suficientes.
En la casa de Nancy también se han terminado el replanteo y se han iniciado los trabajos de excavación y traspaso de materiales (piedra, cemento y ripio) al interior del lote, para poder empezar con la cimentación el próximo lunes.